Hace unas semanas os hablé sobre la dominancia estrogénica y de cómo no siempre es el estrógeno la hormona a la que tenemos que echar la culpa. Que el estrógeno tiene muy mala reputación, pero es una hormona absolutamente necesaria y sin la cual, nuestro ciclo hormonal no podria ocurrir. Pero si, el estrógeno, cuando está elevado, o elevado con respecto a la progesterona, nos deleita con todo tipo de síntomas nada agradables… Es decir, puede ser que tengas niveles normales de estrógenos y aún tener síntomas de estrógenos elevados. Lo sé, lo sé … parece un poco confuso.
La dominancia estrogénica se da cuando tus niveles de estrógeno son altos en comparación con tus niveles de progesterona. Es decir, cuando no hay suficiente progesterona para contrarrestar los efectos del estrógeno.
Todas nuestras hormonas deben estar en equilibrio.
El estrógeno y la progesterona son las dos hormonas dominantes en el ciclo menstrual. El estrógeno domina durante la primera mitad del ciclo, la llamada fase folicular, y la progesterona domina durante la segunda mitad, la fase lútea. El estrógeno y la progesterona son como el yin y el yang. Como fuego y hielo. Se compensan. Se equilibran.
La dominancia estrogénica puede provenir de tres situaciones diferentes, como os comenté en el post de ¿Qué es la Dominancia Estrogénica?:
👉 Niveles elevados de estrógeno con niveles normales de progesterona.
👉 Niveles elevados de estrógeno con niveles bajos de progesterona.
👉 Niveles normales de estrógeno con niveles bajos de progesterona.
Lo que si te puedo decir es una cosa: con niveles de estrógeno elevados van a aparecer un montón de síntomas. Esos síntomas pueden variar desde:
- Síndrome premenstrual
- Reglas abundantes y pesadas
- Retención de líquidos e hinchazón
- Sensibilidad en el pecho
- Aumento de peso / incapacidad para perder peso
- Dolores de cabeza
- Niebla mental
- Cambios de humor
- Depresión
- Sentirse emocional o muy llorona
- Irritabilidad
- Bajo libido
- Trastornos en el sueño
- Antojos (¡dame todo el chocolate!)
- Intolerancia a la histamina
- Fibroides
- Endometriosis
- Problemas con la tiroides
- Problemas con la vesícula biliar
- Problemas de regulación de azúcar en sangre
Puedes tener algunos. Puedes tener muchos. Y puedes tenerlos todos …😱
Y me dirás, ¿y qué puedo hacer yo para mantener a raya mis niveles de estrógeno?
En el post ¿Qué es la Dominancia Estrogénica?, insistí mucho en que las intervenciones a realizar pueden variar mucho en función de la causa. Pero con esto dicho, de todas las cosas que puede afectar a tus niveles de estrógeno, hay tres motivos que son factor común en casi todos los casos. Y por eso, hoy te voy a contar cuales son las tres áreas en las que puedes trabajar, desde casa, para mejorar tus síntomas.
¡Vamos a por ellos!
HÍGADO CONGESTIONADO
En la mayoría de los casos, los niveles altos de estrógeno suelen ser predominantemente un problema de metabolismo, más que un problema de sobreproducción. Es decir, el problema no esta en la cantidad que se produce, sino en como es metabolizado ese estrógeno.
Tu hígado es donde se metabolizan tus hormonas. Especialmente tu estrógeno. Cuando hablamos del metabolismo de los estrógenos en el hígado, hablamos de las fases 1 y 2 de desintoxicación de estrógenos. Si estas dos fases no funcionan correctamente, el estrógeno no puede excretarse correctamente del cuerpo y, por lo tanto, vuelve a circular en el cuerpo, contribuyendo a esos niveles elevados que hablamos. Esto es algo que podemos ver a través del DUTCH Test, y que no se ve en una analítica. ¿Por qué? Porque los metabolitos se ven en la orina, no en la sangre. Si tu fase 1 y/o 2 nos están funcionando como deben, es una indicación de que tu hígado no está haciendo su trabajo, lo que significa una función hepática pobre, deficiente o lo que se conoce como hígado congestionado.
Tu hígado entre otras cosas, produce bilis. Seguro que has oído hablar de ella, ¿no? La bilis es necesaria para metabolizar las grasas, ¡pero también para metabolizar tu estrógeno! El hígado metaboliza tus hormonas y las excreta en la bilis para eliminarlas. Si tu hígado no está produciendo bilis de la forma adecuada, la desintoxicación se ve afectada y tu estrógeno de nuevo, no puede ser eliminado y recircula.
Y bien, ¿qué puedes hacer?
Para empezar, ¡dale un poco de amor a tu hígado!
El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo. Hice un post sobre el hígado hace no mucho, te lo dejo aquí para que puedas leer todas las funciones fascinantes que tiene: El hígado: tu nuevo mejor amigo.
A continuación, te incluyo algunas cosas sencillas que puedes hacer para apoyar tu función hepática:
- Come cosas amargas: A tu hígado le encantan los sabores amargos. Lo amargo estimula la producción de bilis y hace que las cosas se muevan. Aumenta tu ingesta de rúcula, diente de león, hojas de mostaza, endivias, rábanos, té de piel de naranja, limón, pomelo… También puedes utilizar concentrados. A mi encanta usar estos de Swedish Bitters antes de cada comida.
- Dale los nutrientes que necesita: Tu hígado necesita nutrientes para funcionar. ¿Cuáles? Concéntrate en verduras crucíferas como brócoli, brotes de brócoli, zanahorias crudas (especialmente cuando las combinas con vinagre de sidra de manzana y aceite de coco), alimentos ricos en vitamina C, E y magnesio, romero, té verde, cúrcuma, cítricos, semillas de lino, frambuesas, ciruelas pasas y omega 3 para la fase 1. Y enfócate en huevos (incluida la yema), caldo de huesos, verduras de hoja verde (mejor cocidas), carne de ternera alimentada con pasto, vísceras, remolacha, espinaca, algas, rábanos, daikon, setas shiitake, semillas de calabaza, semillas de sésamo y semillas de girasol para la fase 2.
- Reducir tu exposición a toxinas: El hígado es el filtro principal del cuerpo, y todo lo que ponemos en nuestra boca, lo que ponemos en nuestra piel, todo lo que respiramos… todo va al hígado para ser filtrado. Si estamos constantemente expuestos a toxinas, estamos sobrecargando nuestro hígado. Estamos obligándolo a que trabaje horas extra para hacer todo el trabajo, y eso perjudicaría tu proceso de desintoxicación de estrógeno. Reduciendo tu exposición a toxinas estarás ayudando a tu hígado. Empieza por:
- Verificar el origen de los alimentos que compras (orgánicos, alimentados con pastos, criados en naturaleza, salvajes…)
- Comprueba tus utensilios de cocina (sartenes, utensilios, recipientes donde almacenas, táper…)
- Analiza tu rutina de belleza (lociones, cremas, gel de ducha, champú, desodorante…)
- Vigila tu casa y tu lugar de trabajo (moho, hongos, fragancias sintéticas, contaminación del aire…)
- Evita el alcohol o, al menos, reduce la ingesta. Fumar y el uso de drogas recreativas también.
DEFICIENCIAS NUTRICIONALES:
Necesitamos muchos nutrientes para apoyar tanto la producción, como el metabolismo y desintoxicación de estrógeno. Si hay alguno de los nutrientes a continuación de los que no estás obteniendo lo suficiente, tu cuerpo no tendrá lo que necesita para mantener los niveles de estrógeno bajo control.
- Vitamina A
- Vitamina E
- Vitamina K
- Vitamina D
- Vitamina B6
- Folato (vitamina B9)
- Colina
- Cisteína
- Zinc
- Magnesio
- Selenio
- Calcio
Echa un vistazo al siguiente post Vitaminas para quedar embarazada si buscas ampliar información
Hemos hablado mucho sobre las deficiencias de nutrientes en posts anteriores y de cómo pueden impactar en tu fertilidad. Puedes consultarlos aquí si quieres: Deficiencias Nutricionales y Fertilidad.
¿Qué puedo hacer?
El primer paso y el más fácil a seguir es asegurarse de que tu dieta se basa en alimentos de buena calidad, enteros, sin procesar y nutricionalmente densos. Una vez tengas este punto bajo control el segundo paso es centrarte en la variedad. Si siempre comemos los mismos alimentos, con mucha probabilidad nos van a faltan nutrientes. Asegúrate de comer una gran variedad de frutas, verduras, grasas y proteínas.
Pero incluso siendo conscientes de que la base de nuestra nutrición debería ser siempre la alimentación, aquí es donde un prenatal de buena calidad puede resultarte muy útil de cara a suplir esas potenciales deficiencias que podamos tener.
Hace poco hice un post sobre Por Qué Necesitas un Suplemento Prenatal con información que te puede ser de utilidad.
MEJORAR LA SALUD DIGESTIVA:
La última fase de la desintoxicación de estrógeno no ocurre en el hígado. Ocurre en tu intestino. Tiene sentido ya que todo lo que queda después de ser usado por tu cuerpo necesita ser eliminado. Es por eso que es tan importante ir al baño todos los días. De verdad, no puedo enfatizar esto lo suficiente. Necesitas hacer ir al baño todos los días. Te lo repito. Todos los días.
Si no vas al baño todos los días, no eliminas el estrógeno que has producido, has utilizado y has metabolizado y, por lo tanto, vuelve a circular en tu sistema. ¡Y eso es terriblemente dañino!
Amiga mía, si eres de las que sufre de alguno de los síntomas que hablamos al principio… trabaja en tu digestión.
¿Y que por dónde empiezo?
- Aumenta la ingesta de fibra: Esto puede parecer muy obvio, pero en realidad no es tan simple. Necesitamos comer al menos 25g de fibra al día, mejor si estamos alrededor de los 30g. Esa es mucha fibra. Créeme. Yo no me di cuenta de cuánto era hasta que comencé a hacer un seguimiento de mis comidas. Suelo llevar una dieta bastante sana, y soy muy consciente de lo que le doy a mi cuerpo. Como muchas verduras y cantidades moderadas de fruta. Como nueces y semillas todos los días a de vez en cuando granos enteros y legumbres. Y, aun así, algunos días me cuesta mucho llegar a los 25g. Presta atención a la cantidad de fibra que comes y al tipo. Mas de una vez me he encontrado con que solo ajustando la ingesta de fibra es suficiente para volver a unos niveles saludables de estrógeno. Así de sencillo.
La flora intestinal también juega un papel muy importante en la desintoxicación de estrógenos.
Tenemos un conjunto de bacterias en nuestro intestino llamadas estroboloma que son responsables de metabolizar nuestro estrógeno. Los niveles de estroboloma pueden verse alterados cuando nuestra flora intestinal no está en equilibrio. Todas las cosas que pueden alterar nuestra flora intestinal pueden tener un impacto en nuestros niveles de estrógeno.
Después de pasar por las fases 1 y 2 en el hígado, el estrógeno pasa a los intestinos. En ese momento el estrógeno está unido al ácido glucurónico, que es como una escolta que acompaña al estrógeno fuera del cuerpo, a través de las heces.
Me gusta pensar en nuestra flora bacteriana como una fiesta. Es agradable y divertida y todo funciona bien cuando quienes están son tus amigos y familiares. Incluso a veces hay amigos de algún amigo o amigos de la familia que quizás no te agraden pero que están allí, y como no son muchos, no dan problemas.
Ahora imagínate que el estrógeno en el intestino tu hermana pequeña. Ella está allí, se lo ha pasado bien, pero es ya es hora de que se vaya a casa. Tu hermano mayor (acido glucurónico) está ahí para acompañarla fuera de la fiesta. Ahora, piensa en ese chico guapo, pero problemático, que a nadie en tu familia le gusta pero que a tu hermana le encanta. Y así, de la nada, tu hermana vuelve a la fiesta con el chico guapo, por la puerta trasera, en lugar de ir a casa. No mola, ¿no? Bueno, ese tío guapo es lo que llamaríamos beta-glucuronidasa. Y es una enzima en el intestino que rompe el vínculo entre el estrógeno y el ácido glucurónico, de modo que el estrógeno regresa y recircula en lugar de ser eliminado y excretado. Una flora intestinal desequilibrada puede alterar el nivel de beta-glucuronidasa. Los altos niveles de esta enzima dificultarán que el estrógeno abandone su cuerpo.
Hace no mucho escribi una serie de blogs hablando sobre la Fertilidad y Salud Intestinal. Puyedes revisarlos aqui: Fertilidad y Salud Intestinal (1), Fertilidad y Salud Intestinal (2), ¿Que dicen tus heces sobre tu salud?
Pero hay muchos otros factores pueden alterar tu flora intestinal:
- Estrés (emocional, físico y bioquímico)
- Infecciones
- Sensibilidades alimentarias
- Intolerancias alimentarias
- Una mala dieta
- Exceso de azúcar y alimentos procesados
- Toxinas (hormonas, pesticidas, herbicidas…)
- Uso excesivo de antibióticos
- Uso excesivo de medicamentos (antiácidos, ibuprofeno…)
- Anticonceptivos hormonales
- Toxicidad por metales pesados
Abordar todos y cada uno de estos, es un paso crucial de cara a mejorar tu digestión y restaurar tu flora bacteriana.
¿Cuáles son algunas de las cosas que puede hacer en casa para equilibrar esa flora y reducir esa beta-glucuronidasa?
- Restablecer una flora intestinal saludable comiendo alimentos ricos en probióticos (yogur, kéfir, chucrut, kimchi, natto, kombucha, queso duro …)
- Ayudar a esas bacterias buenos consumiendo alimentos ricos en prebióticos (alcachofas, mandioca, plátanos, espárragos…)
- Comer alimentos con alto contenido de azufre (toda la familia del allium: cebollas, puerros, chalotes, cebolletas…)
- Alimentos con alto contenido D-glucarato de calcio (naranjas, manzanas, pomelos, brócoli, coles de Bruselas…)
- D-glucarato de calcio (suplemento)
Como te dije al comienzo del post, la dominancia estrogénica puede tener distintos orígenes, por lo que puede que aquellos que te esté causando tus síntomas ser diferente de lo que los está causando a la mujer que tienes al lado. Es por eso que no puedo irme hoy sin decirte que trabajar con un profesional que pueda ayudarte a identificar cuál es tu caso es siempre el mejor camino a seguir. Dicho esto, abordando estas tres áreas, tu hígado, tu perfil nutricional y tu salud digestiva, lograrás grandes mejorías en tus síntomas. Te lo aseguro.