Antes de entrar en materia, veamos rápidamente qué es el gluten y por qué puede impedir que me quede embarazada.
¿Qué es el gluten?
El gluten es una glucoproteína que está presente en las semillas de muchos cereales de consumo habitual, como, por ejemplo, el trigo, el centeno, la cebada o la espelta. Éste, es el principal ingrediente que le confiere a su masa esa esponjosidad y elasticidad tan características. El gluten es una proteína que además de ser muy nutritiva, es beneficiosa para las personas; pero también es algo indigesta.
Nuestro metabolismo humano no dispone de las enzimas necesarias para digerir completamente esta proteína. Pero, aunque en la mayoría de las personas este hecho no tiene ninguna consecuencia, otras pueden ser especialmente sensibles a los fragmentos (péptidos) sin digerir.
La intolerancia al gluten se ha relacionado con múltiples síntomas, y entre ellos se encuentra la disminución de la fertilidad. Muchas personas tienen intolerancia al gluten, y la mayoría no son conscientes de ello. La celiaquía sería la forma más grave de la intolerancia al gluten.
Según el CMED (centro médico quirúrgico de enfermedades digestivas de Madrid) la sensibilidad al gluten es una enfermedad digestiva que puede llegar a afectar a más del 10% de la población, y, sin embargo, el 95% de los pacientes no saben que la padecen pero sí que sufren los síntomas.
Pero ¿Qué tiene que ver el gluten con que no me pueda quedar embarazada?
Pues explicándolo de una forma abreviada, cuando una persona presenta celiaquía o sensibilidad al gluten, ésta, desarrolla una respuesta autoinmune, permanente y crónica al mismo. Y, como consecuencia de las lesiones que esta reacción autoinmune provoca en el intestino, se produce entonces una atrofia de las vellosidades intestinales dificultándose la absorción de todo tipo de nutrientes.
En las mujeres, estos problemas de absorción podrían desembocar en pérdida de peso, anemia, alteraciones en la menstruación o menopausia prematura. Además, la enfermedad celíaca puede ser causante de abortos espontáneos recurrentes, nacimiento de bebés con bajo peso y parto prematuro.
Diversos estudios científicos han podido demostrar que la intolerancia al gluten puede estar relacionado con problemas de fertilidad en mujeres.
Si quieres quedarte embarazada y te está costando, o tienes abortos espontáneos recurrentes, quizás puedas tener una celiaquía no diagnosticada, por lo que una dieta sin gluten podría ser beneficiosa. Aunque lo ideal es que el médico o algún especialista os hiciera una prueba, estaría bien hacer una dieta sin gluten durante dos o tres meses, y ver si así nos encontramos física y mentalmente mejor.
Aunque debo resaltar que una dieta sin gluten tiene que hacerse correctamente, quiero decir, asegurándonos que nos nutrimos de todas las proteínas y vitaminas que necesita nuestro cuerpo, no es solo dejar de comer gluten a lo bestia sin ni si quiera mirar lo que podemos comer para sustituir los alimentos que antes ingeríamos con gluten, sino una dieta equilibrada y asegurándonos (a través de nutricionistas o especialistas cualificados) que nuestro cuerpo se alimenta correctamente.
Al igual que para otro tipo de trastornos o enfermedades, para el tratamiento de la fertilidad se debería empezar por cuidar nuestra dieta, y si hiciera falta para ello, eliminar de ésta el gluten. Ya si no ha sido suficiente, deberíamos considerar otras posibilidades.
¿Cómo puedo empezar mi dieta sin gluten?
Lo primero que debes hacer antes de comenzar tu alimentación sin gluten es, saber identificar los alimentos que, seguro que puedes comer porque no contienen por lo general esta proteína, y saber identificar igualmente, aquellos alimentos que sí pueden contenerlo. Para ello es muy importante saber leer las etiquetas de los productos que compramos en el super.
En una dieta sin gluten puedes comer casi todos los grupos principales de alimentos, manteniendo, eso sí, una dieta equilibrada y variada. Intentar evitar el gluten es más bien evitar algunos tipos de pan y productos de panaderías, y tener cuidado como no, con los alimentos procesados, donde el gluten puede ser un ingrediente sorpresa.
Una pequeña lista de alimentos que por naturaleza puedes comer libre de gluten, eso sí, teniendo especial cuidado con las versiones procesadas, son:
- Frutas.
- Verduras.
- Hortalizas y tubérculos.
- Cereales sin gluten (arroz, maíz, mijo, quinoa…).
- Carne y aves de corral.
- Pescados y mariscos.
- Productos lácteos.
- Aceites y grasas.
- Legumbres.
- Frutos secos y semillas.
Por otro lado, una forma muy fácil y rápida de identificar alimentos libres de gluten, es, en algunos, aunque cada vez aparecen en más, la etiqueta de “sin gluten”.
En cuanto a los alimentos que pueden contener gluten son:
- Productos elaborados
- Frutos secos fritos y tostados con sal, smoothies, frutas escarchadas.
- Platos preparados de verduras.
- Cremas, pudin y flanes, batidos de leche preparados, postres lácteos, yogures de sabores y con trocitos de frutas, quesos fundidos, en porciones, de untar y de sabores.
- Embutidos, conservas de carnes y pescados con salsas, patés, platos preparados, salsas preparadas.
- Chocolate, caramelos, gominolas, cacao, helados, chicles.
- Sucedáneos de chocolate, café, néctares de fruta con edulcorantes, licores.
Y, por último, los alimentos que, por lo general, sí tienen gluten son:
- Trigo, cebada, centeno, espelta, kamut, bulgur, sémola de trigo, cous cous, triticale, grano de espelta verde y productos manufacturados en los que entre su composición figure cualquiera de las harinas ya citadas.
- Fruta seca enharinada.
- Platos con verduras y cereales con gluten, verdura empanada o enharinada.
- Yogur con malta, cereales con gluten o galletas.
- Carne o pescado empanado, enharinado o con salsas con gluten.
- Salsa bechamel o salsas preparadas.
- Chocolate con cereales con gluten, bollos, pasteles, tartas, galletas, bizcochos y demás productos de pastelerías.
- Cerveza, sucedáneos de café con cebada o malta, bebidas con avena, bebidas de máquinas expendedoras.
Así que con toda la información que te dejo por aquí, ya puedes considerar una posibilidad más de por qué te puede estar costando tanto quedar embarazada. Piénsalo detenidamente, y si te decides a cuidar tu dieta de gluten, no solo puedes aumentar las posibilidades de quedar embarazada, sino que además, tu cuerpo te lo agradecerá enormemente.